Este
artículo da para varios temas independientes pero que si los revisamos en
conjunto nos dan a entender la grandeza, la majestuosidad y la importancia del
sacrificio de Jesús, y su sangre, como único forma de haber logrado la
redención para nuestras vidas.
El gusano despreciado y sacrificado
Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a
vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
Pero no solo las Escrituras hablan de Jesús.
También en la naturaleza Dios nos da una analogía del sacrificio de Jesús.
Resulta que en el versículo 6 del Salmo 22 el Rey David nos da un anticipo del
sacrificio de Jesús.
“Más yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los
hombres, y despreciado del pueblo”.
La
palabra Hebrea para "gusano" en la Biblia generalmente es
"rimmah", más en el Salmo 22 es "tolat" que significa
"gusano rojo" y su nombre es "coccus ilicis" y puede ser encontrado
en Israel. Este término “gusano”, que escribe el salmista en hebreo, se refiere
precisamente al insecto Coccus ilicis, la vulgar cochinilla. Pues, de hecho, la
hembra de la cochinilla parece un gusano regordete ya que, como se ha señalado,
carece de alas y esconde sus apéndices. Este gusano, diseñado por Dios, tiene
muchos atributos que nos enseñan grandes verdades de la obra redentora de
Cristo, porque como dice Juan 1:3 “todas las cosas por Él fueron hechas, y sin
Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”
El gusano hembra de la Cochinilla, cuando estaba cerca
de desovar, buscaba un tallo (tronco) fuerte de un árbol. Sin embargo, el
gusano hembra sabía que al desovar, moriría allí en la madera del árbol, por
eso, prendía su cuerpo al tallo del árbol y allí quedaba fija tan fuertemente
para nunca más salir. Al morir, su fluido carmesí mancha su cuerpo y cubre los
huevos, permitiendo así que las larvas sobrevivan al nacer, ya que disponen de
abundante alimento. Es un sacrificio
voluntario. Así, ¡de la muerte de un gusano, nacerían otros!
Pero, lo increíble son dos cosas. Al sacarla de la
madera del árbol, se veía la marca roja del gusano que dejaba en el tallo. Su
muerte dejaba una mancha carmesí impresa en el tronco del árbol. ¡Su pintura
serviría de un recuerdo de la vida que nace de la muerte!. Algo también
increíble es que después de tres días de muerto el gusano pierde su color rojo
carmesí que lo caracteriza y se vuelve blanco como la nieve y como blanca lana
y su cuerpo se vuelve una cera que se convierte en un preservativo.
De los cuerpos de esos gusanos muertos eran extraídas
las tintas de los tonos más valiosos, que teñían los mantos que cubrían a las
personas que eran consideradas importantes. El escarlata se empleó en la
tapicería del Tabernáculo, junto con el azul y el púrpura, así como también en
los vestidos que llevaban los sacerdotes judíos y los senadores romanos. Si
recibimos el sacrificio y el Señorío de Cristo en nuestras
vidas, estaremos cubiertos por ese manto majestuoso púrpura, de su sangre: “Y
nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre.” (Apocalipsis 1:6)
Este gusano es tan rojo carmesí que parece
que fue golpeado y está todo ensangrentado. Esto nos enseña que fueron tan
grandes los sufrimientos, torturas y padecimientos que Jesús sufrió que él
quedó bañado en su propia sangre carmesí, todo ensangrentado, como el gusano.
El gusano también cuando es aplastado tiene
un olor grato. La ofrenda encendida de la ley de Moisés (Levíticos 1) en Hebreo
se llama "olah" que significa también "levantar" y/o
"alzar" y dice la Escritura sobre este sacrificio que es
"ofrenda encendida de olor grato para Jehová" (Levíticos 1:9) y
Cristo frecuentemente dijo que sería "levantado" en un madero cuando
muriese: Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y
decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. — Juan 12:32-33. Como se pueden dar cuenta ya en la naturaleza Dios anticipo el sacrificio y valor de la sangre de Jesús.
Jesús nace como el cordero perfecto para cumplir la fiesta del Pesaj
ofreciendo su sangre.
Dos cosas coincidieron el
día del nacimiento de Jesús. Al estar en temporada de otoño, y no de invierno,
normalmente los pastores tenían unas tiendas cubiertas con ramas en su techo y
en tres de sus costados para que a ellos se les facilitara protegerse de los
vientos mientras vigilaban los rebaños mirando desde la pared faltante. Como
Jesús nació en Belén justo cuando estaba llena de gente que se estaba censando por
orden del emperador, María y José no encontraron lugar donde hospedarse, y por
tanto les toco aprovechar uno de estas tiendas que estaban en las fueras de la ciudad, lo que facilito
que fueran encontrados por los pastores. Este censo se hizo porque el emperador
aprovecho que se estaba celebrando la fiesta de Sukot (Tabernáculos), que duraba
ocho días en la cual Israel rememoraba la protección que Dios les dio durante
el desierto mientras ellos vivían en tabernáculos.
Construyendo una Suka para la Fiesta de Tabernáculos
Dios siempre deseo compartir
con su pueblo por lo que mando a hacer una tabernáculo exclusivo para Él. De
igual manera Jesús, como dice Juan en 1:14
“El Verbo (La Palabra) se
hizo carne, y habitó entre nosotros”. La palabra original no es “habitó” sino
“tabernaculizó”. Todo esto confirma que Jesús nació fue en un Tabernáculo y no
en un Establo. Ahora, si observamos que en Lucas 2:7 dice “lo envolvió en pañales, y lo acostó en un
pesebre” entonces entenderemos
que la palabra “pesebre” debe entonces tener una significado especial.
Observemos que según el profeta Miqueas, de
Belen Efrata, de la Torre del Rebaño llegaría el Señor Jesús. El lugar de
Nacimiento de Jesús tiene una connotación especial.
Miqueas 5:2
2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para
estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en
Israel;
Miqueas 4:8
8 Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de
la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de
Jerusalén.
Pues resulta que “Torre del Rebaño” en el
hebreo antiguo significaba “Migdal Eder”, un lugar en las afueras
de “Efrata” (el
antiguo nombre de "Belén"). Allí era donde los sacerdotes de la tribu
de Leví estaban encargados de cuidar los rebaños de corderos para los
sacrificios del templo. Era costumbre entre estos pastores-sacerdotes llevar a
la “Torre del Rebaño” las ovejas a punto de dar a luz. Los corderos recién
nacidos eran examinados para ver que no tuvieran manchas ni defecto alguno,
sobre todo porque los machos corderos eran los reservados para el sacrificio
anual del Pesaj (Pascua). Una vez comprobado eso los envolvían en tiras de tela
de ropas sacerdotales en desuso y se ponían en un pesebre para que no se fueran
a lastimar. Este pesebre era un comedero hecho de piedra caliza, el cual se
había limpiado para proteger los corderos recién nacidos. Ahora, por sentido
común, a ninguna mujer le gustaría que su hijo naciera en medio de un Establo
por la contaminación bacterial, excrementos y pelaje de los animales que podían
afectarlo por ser recién nacido.
Uniendo
todo lo anterior y entendiendo que Dios quería que Jesús cumpliera con todas las profecías entonces el nacería en
un Tabernáculo o en la mismísima “Torre del Rebaño” que quedaba en Efrata, en las
afueras de Belén. Con eso su nacimiento sería exactamente como el cordero
perfecto ya que Él sería “el Cordero de Dios” (Juan 1:29), y habría nacido como “un cordero sin mancha y sin contaminación” (1
Pedro 1:18-19).
Ahora la importancia de nacer como el cordero
perfecto tiene que ver con la rememoración del Pesaj (Pascua) cuando los
israelitas sacrificaron corderos para que con su sangre fueran marcadas las puertas de sus casas a fin de ser protegidos contra la muerte que llevo el Ángel a los primogénitos de Egipto. "La sangre debe ser puesta en las Jambas y el Dintel." (Éxodo 12:7). Las jambas son las columnas, los marcos verticales, mientras que el Dintel es el arco o la viga horizontal superior
Por eso solo Jesús es
nuestro redentor que con su sangre nos salva de la muerte y nos da vida eterna, como lo confirma en Juan 10:9 .
9 Yo soy la Puerta; el que por Mí entrare, será salvo, y entrará y saldrá, y hallará pastos.
Muerte del
Supremo Sacerdote – Vengador de Sangre
Otro
aspecto importante del sacrificio de sangre y muerte de Jesús tiene que ver con
que protegió a todo el pueblo de Israel de su aniquilación por parte de Dios
mediante la llamada “Diáspora judía”. Veamos primero Josué 20:1-6
1 Habló
Jehová a Josué, diciendo:
2 Habla a los hijos de
Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por
medio de Moisés,
3 para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente
y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.
4 Y el que se acogiere a
alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá
sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán
consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.
5 Si el vengador de la
sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su
prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes.
6 Y quedará en aquella
ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo
sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y
a su casa y a la ciudad de donde huyó.
Jesús
es, por divinidad, el Sumo Sacerdote por todos los tiempos, y Él con la frase
que pronunció en la cruz, como se lee en Lucas 23:34 declaro inocentes a sus
asesinos.
34 Y Jesús
decía: Padre, perdónalos, porque no
saben lo que hacen.
Cuando por nuestro pecado, murió Jesús en la cruz
ofreciendo su sangre, Dios se convirtió en su vengador de sangre. Allí Jesús al
indicarle al Padre que fue muerto accidentalmente no le permite que el Padre
cobre venganza de su muerte. Pero en esa situación el homicida debe salir a una
ciudad refugio, lo que en este caso el homicida sería una nación (Israel) y las
ciudades refugio serían las demás naciones del mundo. Por eso Israel fue
dispersado en el año 70 D.C.
Pero Jesús es el Supremo Sacerdote, por lo que
nuevamente con eso limpia del pecado al homicida para que pueda volver de su
ciudad refugio a su ciudad origen en algún momento de su futuro.
Pacto de sangre de Abraham y Dios
En Génesis 15 Dios
promete Abraham darle una descendencia numerosa
así como en un futuro darle más tierras de lo que se imaginaban.
5 Y lo llevó fuera, y
le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y
le dijo: Así será tu descendencia.
6 Y creyó a Jehová, y
le fue contado por justicia.
7 Y le dijo: Yo soy
Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.
8 Y él respondió: Señor
Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Y le dijo: Tráeme una
becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una
tórtola también, y un palomino.
10 Y tomó él todo esto,
y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no
partió las aves.
11 Y descendían aves de
rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.
12 Mas a la caída del
sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad
cayó sobre él.
13 Entonces Jehová dijo
a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será
esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.
14 Mas también a la
nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran
riqueza.
15 Y tú vendrás a tus
padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
16 Y en la cuarta
generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del
amorreo hasta aquí.
17 Y sucedió que puesto
el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que
pasaba por entre los animales divididos.
18 En aquel día hizo
Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta
tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates;
En la antigüedad, los pactos se hacían con una
ceremonia. Se mataban animales, partiéndolos a la mitad, desde la cabeza
hasta la cola. Este corte dejaba un charco de sangre entre las dos
partes. En la ceremonia del pacto, los participantes debían caminar en
medio de las partes de los animales, manchando sus vestiduras con la sangre del
sacrificio. Luego de pasar, decían: “¡Que así me sea hecho, si no cumplo
con mi parte del pacto!”.
Después que los sacrificios fueron hechos
formando el camino del pacto de sangre, Dios pasó dos veces. Una como columna
de fuego y otra como columna de humo. Acuérdense que durante el éxodo Dios
tenía una nube (Humo) que protegía del sol y en la noche una columna de fuego
que brindaba calor.
Como los israelitas no
cumplieron el pacto de lealtad con Dios ni dentro de Egipto ni en el desierto
debían pagar con su sangre el pacto realizado. Pero en su momento Abraham no
paso por entre el camino de Sangre sino que fue Dios, por tanto sería este
quien debía morir, y lo hizo así en la persona de Jesús regando su sangre divina
en la cruz. Esto también tiene otro significado especial. Si Jesús no fuera uno
solo en integridad con el Padre y el Espíritu Santo formando la santísima
Trinidad, entonces el Padre al no haber pasado por el camino del pacto de
sangre significaría que no cumple su palabra, lo cual no es cierto porque Dios
es fiel a sus promesas.
A pesar de que Israel no
cumplió el pacto, Dios de todos modos cumplirá su palabra y entregara a Israel
sus nuevas tierras al comienzo de la tribulación. Esto lo confirma en Isaías 27:12-13
12 Acontecerá en aquel día, que trillara Jehová desde el río Éufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijo de Israel, seréis reunido uno a uno.
13 Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.
Jesús cumple la fiesta del Yom Kipur
(Expiación) siendo el chivo expiatorio que riega su sangre por nuestros
pecados.
En
Levíticos 23 Dios instituye el día de Expiación (Yom Kipur) como una de las
fiestas solemnes para Israel. En Levíticos 16 explica más detalladamente como
debe realizarse. Allí dice que se den tomar dos machos cabríos que se sortearan
para el sacrificio. Sobre uno de ellos se confesaran los pecados de Israel y se
enviara al desierto. Se le podrá pegar, insultar pero no se le romperá las
piernas para que pueda salir de la Ciudad hacia el desierto. El otro macho
cabrío se degollara y se tomara su sangre, y atravesando hasta el último velo
(llamado Vida) del Templo, el Supremo Sacerdote la derramara rociándola con sus
dedos, como un hecho importantísimo, sobre el propiciatorio como expiación del
pecado. El Propiciatorio era la parte superior del Arca de la Alianza. El lazo, de color rojo carmesí, que se usaba para sujetar uno de los machos cabríos, se colgaba sobre la pared
exterior del Templo. Si Dios aceptaba el sacrificio porque su pueblo se había
arrepentido de su pecado entonces lo volvía blanco nuevamente.
Jesús
fue sorteado junto con Barrabas, fue torturado con azotes expulsando sangre,
pero no se le cortaron piernas por lo cual pudo salir caminando de la Ciudad
hasta la cruz, ni tampoco le fracturaron las piernas al final. Ya en la cruz
ofreció toda su sangre, tanto así que expulso también agua junto con la sangre
cuando le atravesaron el costado con la lanza. Acaso Jesús no expulso sangre de
sus manos cuando se la atravesaron con los clavos hacia la cruz. Tan pronto
Jesús murió el último velo del Templo se rasgo porque Él en Espíritu lo estaba
atravesando. Momentos después, al sucederse el temblor, puedo apostar que su
sangre atravesó la tierra para caer sobre el Arca de la Alianza. Porque como
dice en Romanos 3-25, Jesús fue puesto como Propiciación por su sangre. Aunque
el Arca supuestamente esta pérdida, al Jesús ir cumpliendo con exactitud esta
ceremonia de expiación, se esperaría que también debería cumplir con este detalle y el Arca se
descubra en un tiempo futuro.
Nuevamente
recalco el cumplimiento y la importancia del sacrificio y sangre de Jesucristo
como redención del pecado.
Jesús paga con su sangre el precio de dote de la esposa, la iglesia.
Antiguamente
en Israel cuando el novio quería comprometerse para matrimonio con la novia, él
iba acompañado de su padre para negociar con el suegro la dote por la novia. El suegro si no quería
que se casara con el novio simplemente ponía un precio bien alto para que el
novio se desanimara y no insistiera más. Si aun así este pagaba el precio
estipulado, entonces el suegro debería de cuidar a la hija, porque si esta le
llegaba a ser infiel al novio el suegro tendría que pagar una multa de cuatro
veces lo acordado. Si se concretaba el compromiso, el novio y la novia bebían
una copa de vino. Otro aspecto del contrato de Matrimonio, llamado “Ketubah”,
es que adicionalmente el novio no le permitiría a la novia comprometerse con otro
novio en el futuro. Solo se podía casar si moría el novio con el que había
firmado el contrato o este le daba un certificado de divorcio.
Recuerden
que Jesús tomo una copa de vino con los apóstoles en representación de la
Iglesia para sellar el pacto del matrimonio, como se lee en Mateo 26:28 “porque esto es Mi sangre del nuevo pacto,
que es derramada por muchos para el perdón de los pecados". Por eso también, sabiendo lo que le esperaba en la cruz, más tarde dijo: "Padre, si es Tu voluntad, aparta de Mí esta copa; pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya". (Lucas 22:42)
La
analogía es que al ser desobedientes desde el Jardín del Edén pasamos de ser hijos
de Dios a hijos de Lucifer, por tanto cuando Jesús se quiso casar con su novia
prometida, la Iglesia, la dote a pagar fue la misma sangre de Jesús. El murió
en la cruz ofreciendo hasta la última gota de sangre, como se nota al haber
brotado también agua cuando le clavaron la lanza en el costado. Al morir Jesús,
su novia prometida era libre de casarse con quien quisiera. Lo que no esperaba
Lucifer es que Jesús resucitara, con lo que Él tenía nuevamente la oportunidad
de casarse con la novia ahora libre. Ahora entienden la importancia de la
sangre de Jesús como dote de redención de su novia, la iglesia.
Jesús muere para expiar los pecados quemándolos en el fuego del infierno.
Primero debemos entender como se celebraba la fiesta del Hamatza (Panes sin Levadura) antiguamente. La esposa, en la familia israelita, sacaba de la casa toda la levadura que hubiera salo diez (10) pedacitos que dejaba escondidos. Después el esposo, junto con los hijos los buscaban, en especial en la noche estando la casa a oscuras. Para esto se ayudaban de una lámpara (vela), una cuchara de madera, una pluma y un pedazo de lino. Con la luz de la vela encontraban la levadura, y sin tocarla con la mano, con la ayuda de la pluma la ponían sobre la cuchara de madera. Luego envolvían la cuchara, la levadura y la pluma en la tela de lino, dejando todo fuera de la casa, para que ser consumidos por el fuego.
La lámpara (vela) representa la Palabra de Dios (Biblia), la pluma al Espíritu Santo, la cuchara de madera representa la cruz donde murió Jesús y la levadura el pecado. El lino represento la tela con la que se cubrió el cuerpo de Jesús al dejarlo en la sepultura. El significado de esto es que el pecado fue expiado al ser pasado por fuego. Lo interesante es pensar que la pluma (el Espíritu Santo) fue pasada por fuego. Cualquiera diría que el Espíritu Santo no lo cumplió. Pero si leemos la Biblia con discernimiento observamos que Jesús estuvo tres días en el infierno, predicando a los espíritus encarcelados (1 Pedro 3:19), lo cual nos indica que él estuvo pasando por los fuegos existente nuestros pecados, redimiéndonos de ellos. Adicionalmente se puede concluir que, Jesús y el Espíritu Santo, aunque son manifestaciones distintas siguen siendo el mismo Dios verdadero y por tanto cumplieron esta parte de la profecía. ¡¡ Es impresionante como Dios ha armado este rompecabezas bíblico!!
Todos estos aspectos reunidos se pueden apreciar mejor en la siguiente
escritura:
Hebreos 9:11-22
11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes
venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos,
es decir, no de esta creación,
12 y no por sangre de machos
cabríos ni de becerros, sino por su
propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
13 Porque si la sangre de los
toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a
los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno
se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
15 Así que, por eso es
mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer
pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
16 Porque donde hay
testamento, es necesario que intervenga muerte del testador.
17 Porque el testamento con
la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.
18 De donde ni aun el primer
pacto fue instituido sin sangre.
19 Porque habiendo anunciado
Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los
becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el
mismo libro y también a todo el pueblo,
20 diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha
mandado.
21 Y además de esto, roció
también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisión.
Versículos sobre el sacrificio y
sangre de Jesús (En orden alfabético según el libro)
Es increíble la cantidad de
versículos que hablan sobre el sacrificio y sangre de Jesús como forma de
redimir del pecado, versículos que no existen sobre ningún otro personaje de la
Biblia.
Apocalipsis
5:9
Y
cantaban* un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios {a
gente} de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
Apocalipsis
7:14
Y
yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de
la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero.
Apocalipsis
19:13
Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de
Dios.
Colosenses
1:20
y
por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la
tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de
su cruz.
1 Corintios 11:25
De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí.
Efesios
1:7
En
El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según
las riquezas de su gracia
Efesios
2:13
Pero
ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
acercados por la sangre de Cristo.
Hebreos
9:14
¿Cuánto
más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo
sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir
al Dios vivo?
Hebreos 9:22
Y casi todo es purificado según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecado.
Hebreos 10:10
Por
esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo ofrecida de una vez para siempre.
Hebreos
10:19
Entonces,
hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la
sangre de Jesús,
Hebreos
12:24
y
a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel.
Hechos 20:28
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Isaías
52:14
Muchos
se asombraron cuando lo vieron, golpeado y ensangrentado, tan desfigurado que
apenas se daría cuenta de que era una persona.
1
Juan 1:7
Más
si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los
otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
1
Juan 2:2
El
mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino
también por los del mundo entero.
1
Juan 3:5
Y
vosotros sabéis que El se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay
pecado.
1
Juan 5:6
Este
es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con
agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es
la verdad.
Juan
19:34
Pero
uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió
sangre y agua.
Levítico
17:11
Porque
la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para
hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida,
la que hace expiación.
Mateo
20:28
como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Mateo
26:28
Porque
esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón
de los pecados.
1
Pedro 1:19
Sino
con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de
Cristo.
Romanos
3:25
a
quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la
fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por
alto los pecados cometidos anteriormente,
Romanos
5:9
Entonces
mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la
ira de Dios por medio de Él.
CONCLUSION
Ya
sabemos que Jesús cumple muchas profecías, que el también cumple las fiestas israelitas,
que muchas actuaciones de otros protagonistas de la Biblia son una anticipación
de lo que hará Jesús, pero nada se compara con el sacrificio que hace mediante
su sangre para nuestra redención, como se expresa en el salmo 49:7-8.
7 Ninguno
de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate
8 Porque
la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás,
No había nadie más en
la Tierra que pudiera redimir a la humanidad del pecado y la muerte, nadie que pudiera
pagar el precio de su rescate y así librarnos de la esclavitud a la que Adán y
Eva nos habían vendido a Satanás.
Hemos visto muchas profecías y múltiples
significados de hechos relacionados con el derramamiento de la sangre de Jesús.
Existen muchas citas
bíblicas que llaman la atención sobre la importancia de la sangre de Jesús. Todo
lo anterior muestra que solo Jesús cumple la Doctrina de Dios, por su
sacrificio de Sangre, de ser el único Redentor y por tanto él es el único
Camino, Verdad y Vida para llegar al Padre.
Dios diseño una estrategia para que Jesús, su único hijo,
fuera nuestro salvador a través de un sacrificio realizado de manera especial y
ofreciendo su sangre divina logrará nuestra redención. Él es el único que
cumple todas profecías dadas sus condiciones humanas y divinas, para ser el
redentor de la humanidad.
Todo
este gran sacrificio de redención por parte de Jesús cumple lo escrito en:
1
Timoteo 2:5
Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre,
Solo conociendo la importancia del sacrificio de
sangre de Jesús se entenderá la bendición que implica su obra redentora. Solo Jesús puede
salvar, de resto no existe otro salvador y redentor.